La señorita Ángela Páez se encontraba en ese momento asomada al a ventana de su casa el numero 29 entre Guanabano y Amadores y pudo ver el accidente. De acuerdo a su afirmación cuando José Gregorio vio que se le abalanzaba el automóvil, exclamo: "Virgen Santísima".
Su infancia y lozanía transcurrieron en una Venezuela destruida por las guerras. En su adultez, por su experiencia internacional, Cuadro consciente del drama de la combate mundial, por ello, oraba incansablemente por la paz mundial hasta ofrecer su vida en holocausto.
La Psiquiatría fue su sacerdocio. Toda su vida fue un proceso de discernimiento de la voluntad de Todopoderoso. Siempre le acompañó la sed por una longevo y radical entrega, primero en su deseo de ser sacerdote y, después delante sus fracasos, discerniendo la voluntad de Jehová y escuchando a su camarada espiritual monseñor Castro, descubrió que su verdadero sacerdocio Cuadro la psiquiatría y el servicio al país desde los pobres, la sociedad y las ciencias.
En la Iglesia de Nuestra SeñO de la Candelaria de Caracas, reposan los restos del médico,[47] lo cual genera que el templo sea sede de nutridas peregrinaciones de fieles de todo el mundo que agradecen sus «favores».
Es costumbre en el imaginario de la “religiosidad culta” que quienes van encaminados a la santidad eclesial son reconocidos como unos personajes “angelicales” y hasta extrañados del mundo.
En muchos hogares venezolanos se adornan figurillas con la imagen del doctor enfundado en un traje de chaqueta, con el bigote y el sombrero bruno que todos en Venezuela reconocen al instante.
Desde su homicidio, ocurrida el 29 de junio de 1919, a José Gregorio Hernández se le ha descrito como un hombre excepcional que decidió compartir la anciano parte de su vida terrenal con los más desposeídos hasta de la Humor de Alá.
Es por esto que los doctores José Gregorio Hernández y Luis Razetti declararon públicamente que lo que estaba matando a tanta gente no Cuadro la enfriamiento propiamente dicha, sino el estado de absoluta pobreza y miseria en que vivían la ancianoía de los venezolanos, mal alimentados y con escasas o ningunas condiciones de higiene, muchos con padecimientos crónicos de paludismo y tuberculosis.
Para millones de venezolanos dentro y fuera del país, este inspección es motivo de orgullo y emoción, un homenaje a un hombre que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados con bienquerencia y humildad.
De éstos aposentos no pueden salir los monjes sino josé gregorio hernandez cuando el Prior o el Experto de Novicios se lo pide. La comunicación está prohibida en todo momento pues hasta en los oficios religiosos deben permanecer con la vista depreciación. Si precisan de algo, tienen que escribirlo en un papel y colocarlo en el torno de la celda en el cual se les colocan los escasos alimentos.
José Gregorio planned to stay in the Andean region of Venezuela longer, but in the summer of 1889 he received a letter from one of his former professors telling him that he had recommended to the then-president of Venezuela, Juan Pablo Rojas Paúl, that José Gregorio be sent to Paris to continue his studies to contribute to the modernization of Venezuelan medicine.
Hay un episodio en su vida como médico que es ineludible no mencionar. En octubre de 1918 llegó al país la pandemia de enfriamiento españonda que causó la crimen de más de cuarenta millones de personas en el mundo.
Son muchos los que atribuyen a los favores de José Gregorio el suceder superado graves problemas de Vigor.
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